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martes, 3 de julio de 2012

Trato justo



Os presento el primero de los dos relatoa que mande al concurso de Tercio creativo, en este concurso se buscaba dos identidades mercenarias para el juego de miniaturas y este fue mi aporte. Aqui los encontrareis los originales.
Un saludo



Trato justo

                Año1650, Galena    -Taberna el oso furioso - 

Por fin has llegado, ya te creía muerto. ¿Que tal el viaje?-le dijo estrechándole la mano, era el “oso furioso”, el dueño del tugurio al que llamaban taberna, y que estaba atestado de rameras, babosos, y gentes comunes de los alrededores. Mirando de soslayo hacia la chimenea del local, distinguió una figura femenina que le observaba a su vez, –ponme una  cerveza, el viaje como siempre. Tan movido como de costumbre, ya sabes, este trabajo es duro-. Rio atronando con su carcajada a los mas cercanos, pues difícil era por muy  hombretón que fuera de grande silenciar el alboroto que reinaba por doquier; -¡otra cerveza!, los maravedíes cayendo sobre las mesas de madera como apuestas e los juegos de cartas, o los gemidos de placer de alguna de las furcias que trabajaban en la taberna.
-Por cierto, Sam. ¿Quien es la nueva?,-pregunto  Julio, tras un largo sorbo de cerveza que caía entre la espesa barba oscura.- No deja de mirarme, cosa que me complace.
-Hoy es un día raro, Julio-contestaba  “el oso” mientras  atendía bruscamente a dos parroquianos  que ya se tambaleaban-, Esta chica ha llegado hoy al atardecer, lleva tres horas bebiendo vino, y no se a molestado  en dirigir la palabra a nadie, y desde luego aquel que se a acercado ha sido despachado de un puntapié; y también ha aparecido hoy un nuevo mendigo, estaba en la puerta,  al entrar lo habrás visto-.De un golpe dejo sobre la mesa varios maravedíes, como para pagar alojamiento un mes y se fue hacia la chica,-lo he visto “oso”, yo no me preocuparía, es cojo, tuerto y jorobado, poco puede molestar ya el infeliz-, gritaba al posadero mientras se marchaba.
El hombretón caminaba chulesco y  con aire resuelto hacia la chica, que como bien había adivinado no dejaba de mirarle con una sonrisita inocente, en tanto apartaba parroquianos que se encontraba en su camino de un empujón, no sin tener amarrada la vizcaína.

¡Hola guapo! -recibió de la dama,- le estaba esperando.-Esto no le dio mucho que pensar a julio, era muy conocido en la zona por su trabajo, contrabandista y asesino, si encartaba, al mejor postor.-Bien, aquí me tenéis, dispondría su merced de acompañarme a un lugar mas tranquilo donde conocernos mejor, entenderéis que ha sido un largo viaje y necesitaría un descanso,-saludándola y besándole la mano le presento las escaleras que llevaban a las habitaciones.-Vos me conocéis, pero yo desconozco su nombre.
Valeria, señor. Yo os otorgare descanso,- contesto la joven, dejando entrever bajo las ligeras telas su cuerpo femenino. Su pelo moreno bailaba mientras subía las escaleras, no muy alta para ser una mujer de la zona, se movía con agilidad.
La habitación era la más grande de la posada, una cama mullida, rellena de buena paja, y con mantas gruesas de venado. – Poneos cómoda, Valeria, pronto daré buena cuenta de vos. De modo que decidme, ¿cuanto por vuestros servicios?-ella se acercó  y lo abrazó.-Eso se lo dejo a otros, vos me facilitareis el llegar a casa mañana un poco mas…tranquila, (y con el jubón lleno)-pensó para si.-Un trato justo Valeria, hare cuanto este en mi mano para que volváis a casa, pero eso es otra historia-, Valeria lo abrazaba por detrás,  haciendo ademan de besarle, cuando este cerro los ojos  le ensarto entre las costillas con un pequeño puñal que ocultaba-, si, eso es otra historia,- dijo, mientras este caía al  suelo, agarrándolo Valeria para que aquello no fuera un estruendo.

Saliendo como si nada y acompañada de una bolsa de cuero, Valeria abandono la posada. Se acercó al mendigo y se la dio, este con voz apagada le dijo:-cerrado el trato entonces, y le lanzo una bolsita también de cuero aunque mas apretada. Valeria se marcho hacia las caballerizas, dejando tras de si otro trabajo bien hecho.

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