Os presento el primero de los dos relatoa que mande al concurso de Tercio creativo, en este concurso se buscaba dos identidades mercenarias para el juego de miniaturas y este fue mi aporte. Aqui los encontrareis los originales.
Un saludo
Trato
justo
Año1650,
Galena -Taberna el oso furioso -
Por fin has llegado, ya
te creía muerto. ¿Que tal el viaje?-le dijo estrechándole la mano, era el “oso
furioso”, el dueño del tugurio al que llamaban taberna, y que estaba atestado
de rameras, babosos, y gentes comunes de los alrededores. Mirando de soslayo
hacia la chimenea del local, distinguió una figura femenina que le observaba a
su vez, –ponme una cerveza, el viaje
como siempre. Tan movido como de costumbre, ya sabes, este trabajo es duro-.
Rio atronando con su carcajada a los mas cercanos, pues difícil era por
muy hombretón que fuera de grande
silenciar el alboroto que reinaba por doquier; -¡otra cerveza!, los maravedíes
cayendo sobre las mesas de madera como apuestas e los juegos de cartas, o los
gemidos de placer de alguna de las furcias que trabajaban en la taberna.
-Por cierto, Sam. ¿Quien es la nueva?,-pregunto Julio, tras un largo sorbo de cerveza que caía
entre la espesa barba oscura.- No deja de mirarme, cosa que me complace.
-Hoy es un día raro, Julio-contestaba “el oso” mientras atendía bruscamente a dos parroquianos que ya se tambaleaban-, Esta chica ha llegado
hoy al atardecer, lleva tres horas bebiendo vino, y no se a molestado en dirigir la palabra a nadie, y desde luego aquel
que se a acercado ha sido despachado de un puntapié; y también ha aparecido hoy
un nuevo mendigo, estaba en la puerta, al entrar lo habrás visto-.De un golpe dejo
sobre la mesa varios maravedíes, como para pagar alojamiento un mes y se fue
hacia la chica,-lo he visto “oso”, yo no me preocuparía, es cojo, tuerto y
jorobado, poco puede molestar ya el infeliz-, gritaba al posadero mientras se
marchaba.
El
hombretón caminaba chulesco y con aire
resuelto hacia la chica, que como bien había adivinado no dejaba de mirarle con
una sonrisita inocente, en tanto apartaba parroquianos que se encontraba en su
camino de un empujón, no sin tener amarrada la vizcaína.
¡Hola guapo! -recibió
de la dama,- le estaba esperando.-Esto no le dio mucho que pensar a julio, era
muy conocido en la zona por su trabajo, contrabandista y asesino, si encartaba,
al mejor postor.-Bien, aquí me tenéis, dispondría su merced de acompañarme a un
lugar mas tranquilo donde conocernos mejor, entenderéis que ha sido un largo
viaje y necesitaría un descanso,-saludándola y besándole la mano le presento
las escaleras que llevaban a las habitaciones.-Vos me conocéis, pero yo
desconozco su nombre.
Valeria, señor. Yo os
otorgare descanso,- contesto la joven, dejando entrever bajo las ligeras telas
su cuerpo femenino. Su pelo moreno bailaba mientras subía las escaleras, no muy
alta para ser una mujer de la zona, se movía con agilidad.
La habitación era la más
grande de la posada, una cama mullida, rellena de buena paja, y con mantas
gruesas de venado. – Poneos cómoda, Valeria, pronto daré buena cuenta de vos.
De modo que decidme, ¿cuanto por vuestros servicios?-ella se acercó y lo abrazó.-Eso se lo dejo a otros, vos me
facilitareis el llegar a casa mañana un poco mas…tranquila, (y con el jubón
lleno)-pensó para si.-Un trato justo Valeria, hare cuanto este en mi mano para
que volváis a casa, pero eso es otra historia-, Valeria lo abrazaba por detrás,
haciendo ademan de besarle, cuando este
cerro los ojos le ensarto entre las
costillas con un pequeño puñal que ocultaba-, si, eso es otra historia,- dijo,
mientras este caía al suelo, agarrándolo
Valeria para que aquello no fuera un estruendo.
Saliendo como si nada y acompañada de una bolsa de
cuero, Valeria abandono la posada. Se acercó al mendigo y se la dio, este con
voz apagada le dijo:-cerrado el trato entonces, y le lanzo una bolsita también
de cuero aunque mas apretada. Valeria se marcho hacia las caballerizas, dejando
tras de si otro trabajo bien hecho.
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